Los trastornos de conducta ligados al deterioro psicoorgánico propio de procesos como la demencia o la enfermedad de Alzheimer son objeto de atención por parte de la psiquiatría.
Las alteraciones de conducta son frecuentes en los pacientes con demencia. Incluyen inquietud, gritos, golpes, lenguaje repetitivo, insomnio, llanto, deambulación errática, etc. etc., a los que suelen asociarse síntomas psicológicos en algún momento de su evolución, como depresión, ideas delirantes o alucinaciones.